El modo de abordar el regreso de las empresas turísticas está siendo tema central de un número creciente y variado de conversaciones a escala global.
En los últimos meses hemos tomado incontables medidas para protegernos y proteger a los nuestros. Han surgido nuevos hábitos y nos hemos hecho más conscientes y creativos en el uso de los recursos de producción local, tanto en alimentación como en muchos otros ámbitos, aunque a veces fuera por necesidad. De forma colectiva hemos aminorado nuestro impacto sobre el planeta, porque hemos tenido que hacerlo.
Ahora el mundo entero celebra el regreso a la libertad de movimiento, al trabajo y, también, a esas merecidas vacaciones que ha sido necesario posponer o cancelar.
El turismo debe regresar. En crisis anteriores este sector ha mostrado una gran resiliencia. La amenaza de la pandemia sobre la población, y sobre esta industria en concreto, ha sido algo sin precedentes en nuestra historia. Y se presenta ante nosotros una interesante elección: volver a la actividad como de costumbre, incluso retrocediendo en el camino del auténtico progreso, o hacerlo empleando la sostenibilidad como motor y palanca de la recuperación. Desde nuestra perspectiva, el turismo responsable debe liderar el camino que ayude a las empresas turísticas a reconstruir mejor.
Decimos esto no solo como propietarios o gestores de más de 120 hoteles en 19 países y como empresa responsable de la salud y seguridad de casi 10 millones de clientes al año y de 34.000 empleados. Lo decimos como parte de una industria que es responsable de los océanos porque el 80 por ciento de nuestras propiedades se asientan junto a ellos. Esta es la razón por la que muchos clientes nos eligen y los ingresos que generan sus estancias nos ayudan a protegerlos. Cuanto antes regresen los turistas, antes podremos retomar y expandir nuestros esfuerzos para restaurar y cuidar estos ecosistemas y las comunidades en las que operamos.
El modo de abordar el regreso de las empresas turísticas está siendo tema central de un número creciente y variado de conversaciones a escala global. Nos hemos unido a muchas de ellas, celebradas en torno al Día Mundial de los Océanos, y entre las que cabe destacar la Semana de los Océanos de Capitol Hill y los Diálogos Virtuales del Océano del Foro Económico Mundial. Queremos estar entre las empresas que inspiren a otras. Nos situamos entre las que comparten la visión de la OMT sobre una recuperación responsable del turismo, Creemos que, para ser resiliente en el largo plazo, el sector debe afrontar tres retos.
Primero, las empresas hoteleras y turísticas deben adoptar una visión a largo plazo. En 2020 Grupo Iberostar será una empresa completamente libre de plásticos de un solo uso, hasta donde lo permite la legislación. En 2025 estaremos libres de residuos. La comunidad científica ha demostrado claramente la eficacia de los llamados depósitos de carbono azul, manglares o praderas marinas, para neutralizar el efecto del dióxido de carbono. El sector turístico se ha marcado de forma global el objetivo de ser neutral en emisiones en 2050. Nuestro reto como empresa es lograrlo en 2030. Estamos trabajando, además, en la construcción de sistemas de tratamiento avanzado del agua en nuestras propiedades y hemos aprovechado las circunstancias actuales para mejorar nuestra gestión de residuos: estamos reutilizando más desechos y transformando algunos materiales para impulsar su reciclaje creativo que aumenta el valor inicial de los objetos. Esperamos poder cuantificar, sobre las regiones costeras, el efecto positivo del turismo que trabaja con responsabilidad y guiado por la ciencia.
Es importante destacar que contamos con nuestros clientes para llevar a cabo este esfuerzo: desde el momento en que planifican sus vacaciones, cuando hacen el check-in y durante toda su experiencia con nosotros. Queremos que se sientan parte de nuestro movimiento Wave of Change disfrutando de nuevas amenities y experiencias, y les pediremos que, cuando nosotros, o cualquier marca, tratemos al planeta como corresponde, nos lo compartan para que reforcemos nuestra labor a través de nuestros empleados.
Para recuperar las llegadas de turistas internacionales que el sector ha perdido en 2020 como resultado del Covid-19, debemos apelar a la conciencia ambiental que las personas hemos redescubierto durante el confinamiento. Tenemos que seguir luchando por la circularidad en el uso de cada nuevo producto que se introduzca (reciclando o reutilizando con creatividad): guantes, mascarillas o cualquiera de los componentes de las más de 300 medidas de seguridad e higiene que hemos implementado con ayuda de nuestro Consejo Asesor Médico. No podemos retroceder ni un solo paso, permitiendo que esos enseres terminen en el océano que tratamos de proteger.
El turismo no debe ser un antónimo de la salud ambiental en los destinos costeros. La seguridad y la sostenibilidad mejoran la experiencia de unas vacaciones.
En segundo lugar, tenemos que aliar las decisiones y prioridades del negocio con la ciencia y debemos compartirlas con nuestros clientes. Los de Grupo Iberostar pueden encontrar fácilmente los compromisos de nuestro movimiento Wave of Change, basado en objetivos transparentes, con plazos establecidos hasta 2030 e informes y metas anuales que muestran sus avances (nuestro 13-point plan y nuestra six-point science strategy).
Conscientes de que un entorno saludable actúa como barrera natural para futuras pandemias, hemos incorporado un Consejo Asesor Médico, no solo para que nos oriente, sino como parte central de nuestro equipo de operaciones. Está formado por talento interno y reconocidos expertos en salud pública, seguridad sanitaria, virología y epidemiología. Contando con ellos en la toma de decisiones y siguiendo las pautas de la OMT y de otras instituciones, inspiraremos confianza a nuestros clientes, haremos frente a cualquier información errónea e innovaremos en salud y seguridad para crear resiliencia a largo plazo.
En tercer lugar, debemos considerar cualquier impacto de nuestras empresas sobre el medio ambiente. Hace más de un año, nuestros directivos identificaron el cambio climático como una de las mayores amenazas para nuestra empresa. Ahora, algunos de los líderes empresariales más relevantes del mundo están calificando la pandemia global como un «ensayo general para enfrentar el cambio climático«.
Nuestro compromiso de ser una empresa neutral en la emisión de carbono para 2030, incluso en lugares donde apenas se produce energía renovable, constituye la piedra angular de nuestros esfuerzos para combatir el cambio climático. No solo minimizaremos nuestra huella, sino que la compensaremos con soluciones de carbono azul, como nuestro programa de restauración de manglares y arrecifes de coral. Estamos transformando los espacios verdes de nuestro complejo en República Dominicana para que los manglares sean su principal vegetación. En este momento hemos logrado obtener todos los permisos requeridos por las diferentes entidades gubernamentales de México, para tener nuestros viveros de coral en el mar, como resultado de nuestra alianza con CINVESTAV.
Cuando restauramos arrecifes coralinos en lugares como México lo hacemos con metas biológicas concretas. De este modo, cuando nuestros clientes reservan sus actividades de buceo, por ejemplo, no solo disfrutan la belleza submarina sino que también participan y apoyan proyectos que impulsan la biodiversidad y la biomasa de manera científica y cuantificable. Hemos aprendido que, al convertir la restauración costera y de corales en parte de la experiencia de los clientes y de nuestra aportación a las comunidades, ayudamos a inspirar un cambio radical para los ecosistemas marinos, involucramos a turistas y locales en su protección y cuidamos las poblaciones de peces para los negocios de proximidad y personas que dependen de ellas.
Continuamos trabajando con Marine Stewardship Council (MSC), Aquaculture Stewardship Council (ASC) y Global Seafood Sustainability Initiative en la puesta en marcha de una de las hojas de ruta más ambiciosas del sector en cuanto a abastecimiento 100 por cien responsable de pescado para 2025. Lanzaremos esa hoja de ruta en el entorno de un diálogo abierto con ONGs y con la propia industria. En 2020 y como resultado de nuestros planes, al menos el 45 por ciento del total de productos pesqueros que consumamos serán procedentes de fuentes responsables. Estamos empleando este inesperado recomienzo en nuestras cadenas de suministro para recuperar la actividad hotelera más preparados y más responsables, dando pasos en cada destino, de forma colaborativa, junto a nuestros proveedores.
Nos gustaría que, al salir de nuevo al exterior, las personas lleven consigo la conciencia ambiental que se ha incrementado en los últimos meses y se pregunten sobre los lugares que elijan visitar. Las empresas de turismo tienen la oportunidad de conducir a los viajeros hacia vacaciones que sean más agradables y más neutras en la emisión de carbono. Podemos compartir las historias que esconde la comida que disfruten, de dónde proviene y por qué y, en el proceso, hacerla aún más memorable. Podemos ofrecer el privilegio de descubrir espacios de biodiversidad, no solo porque los arrecifes coralinos y los ecosistemas oceánicos son increíbles, sino porque experimentarlos acentúa la necesidad de protegerlos. Al incorporar el cuidado del océano, los productos pesqueros sostenibles y otros elementos del turismo responsable en la experiencia de los viajeros, podremos reconstruir con mayor fuerza y crear una ola de cambio.
Sabina Fluxá Thienemann (Vice President & CEO of Grupo Iberostar)
Gloria Fluxà Thienemann (Vice President & CSO of Grupo Iberostar)
En los últimos meses hemos tomado incontables medidas para protegernos y proteger a los nuestros. Han surgido nuevos hábitos y nos hemos hecho más conscientes y creativos en el uso de los recursos de producción local, tanto en alimentación como en muchos otros ámbitos, aunque a veces fuera por necesidad. De forma colectiva hemos aminorado nuestro impacto sobre el planeta, porque hemos tenido que hacerlo.
Ahora el mundo entero celebra el regreso a la libertad de movimiento, al trabajo y, también, a esas merecidas vacaciones que ha sido necesario posponer o cancelar.
El turismo debe regresar. En crisis anteriores este sector ha mostrado una gran resiliencia. La amenaza de la pandemia sobre la población, y sobre esta industria en concreto, ha sido algo sin precedentes en nuestra historia. Y se presenta ante nosotros una interesante elección: volver a la actividad como de costumbre, incluso retrocediendo en el camino del auténtico progreso, o hacerlo empleando la sostenibilidad como motor y palanca de la recuperación. Desde nuestra perspectiva, el turismo responsable debe liderar el camino que ayude a las empresas turísticas a reconstruir mejor.
Decimos esto no solo como propietarios o gestores de más de 120 hoteles en 19 países y como empresa responsable de la salud y seguridad de casi 10 millones de clientes al año y de 34.000 empleados. Lo decimos como parte de una industria que es responsable de los océanos porque el 80 por ciento de nuestras propiedades se asientan junto a ellos. Esta es la razón por la que muchos clientes nos eligen y los ingresos que generan sus estancias nos ayudan a protegerlos. Cuanto antes regresen los turistas, antes podremos retomar y expandir nuestros esfuerzos para restaurar y cuidar estos ecosistemas y las comunidades en las que operamos.
El modo de abordar el regreso de las empresas turísticas está siendo tema central de un número creciente y variado de conversaciones a escala global. Nos hemos unido a muchas de ellas, celebradas en torno al Día Mundial de los Océanos, y entre las que cabe destacar la Semana de los Océanos de Capitol Hill y los Diálogos Virtuales del Océano del Foro Económico Mundial. Queremos estar entre las empresas que inspiren a otras. Nos situamos entre las que comparten la visión de la OMT sobre una recuperación responsable del turismo, Creemos que, para ser resiliente en el largo plazo, el sector debe afrontar tres retos.
Primero, las empresas hoteleras y turísticas deben adoptar una visión a largo plazo. En 2020 Grupo Iberostar será una empresa completamente libre de plásticos de un solo uso, hasta donde lo permite la legislación. En 2025 estaremos libres de residuos. La comunidad científica ha demostrado claramente la eficacia de los llamados depósitos de carbono azul, manglares o praderas marinas, para neutralizar el efecto del dióxido de carbono. El sector turístico se ha marcado de forma global el objetivo de ser neutral en emisiones en 2050. Nuestro reto como empresa es lograrlo en 2030. Estamos trabajando, además, en la construcción de sistemas de tratamiento avanzado del agua en nuestras propiedades y hemos aprovechado las circunstancias actuales para mejorar nuestra gestión de residuos: estamos reutilizando más desechos y transformando algunos materiales para impulsar su reciclaje creativo que aumenta el valor inicial de los objetos. Esperamos poder cuantificar, sobre las regiones costeras, el efecto positivo del turismo que trabaja con responsabilidad y guiado por la ciencia.
Es importante destacar que contamos con nuestros clientes para llevar a cabo este esfuerzo: desde el momento en que planifican sus vacaciones, cuando hacen el check-in y durante toda su experiencia con nosotros. Queremos que se sientan parte de nuestro movimiento Wave of Change disfrutando de nuevas amenities y experiencias, y les pediremos que, cuando nosotros, o cualquier marca, tratemos al planeta como corresponde, nos lo compartan para que reforcemos nuestra labor a través de nuestros empleados.
Para recuperar las llegadas de turistas internacionales que el sector ha perdido en 2020 como resultado del Covid-19, debemos apelar a la conciencia ambiental que las personas hemos redescubierto durante el confinamiento. Tenemos que seguir luchando por la circularidad en el uso de cada nuevo producto que se introduzca (reciclando o reutilizando con creatividad): guantes, mascarillas o cualquiera de los componentes de las más de 300 medidas de seguridad e higiene que hemos implementado con ayuda de nuestro Consejo Asesor Médico. No podemos retroceder ni un solo paso, permitiendo que esos enseres terminen en el océano que tratamos de proteger.
El turismo no debe ser un antónimo de la salud ambiental en los destinos costeros. La seguridad y la sostenibilidad mejoran la experiencia de unas vacaciones.
En segundo lugar, tenemos que aliar las decisiones y prioridades del negocio con la ciencia y debemos compartirlas con nuestros clientes. Los de Grupo Iberostar pueden encontrar fácilmente los compromisos de nuestro movimiento Wave of Change, basado en objetivos transparentes, con plazos establecidos hasta 2030 e informes y metas anuales que muestran sus avances (nuestro 13-point plan y nuestra six-point science strategy).
Conscientes de que un entorno saludable actúa como barrera natural para futuras pandemias, hemos incorporado un Consejo Asesor Médico, no solo para que nos oriente, sino como parte central de nuestro equipo de operaciones. Está formado por talento interno y reconocidos expertos en salud pública, seguridad sanitaria, virología y epidemiología. Contando con ellos en la toma de decisiones y siguiendo las pautas de la OMT y de otras instituciones, inspiraremos confianza a nuestros clientes, haremos frente a cualquier información errónea e innovaremos en salud y seguridad para crear resiliencia a largo plazo.
En tercer lugar, debemos considerar cualquier impacto de nuestras empresas sobre el medio ambiente. Hace más de un año, nuestros directivos identificaron el cambio climático como una de las mayores amenazas para nuestra empresa. Ahora, algunos de los líderes empresariales más relevantes del mundo están calificando la pandemia global como un «ensayo general para enfrentar el cambio climático«.
Nuestro compromiso de ser una empresa neutral en la emisión de carbono para 2030, incluso en lugares donde apenas se produce energía renovable, constituye la piedra angular de nuestros esfuerzos para combatir el cambio climático. No solo minimizaremos nuestra huella, sino que la compensaremos con soluciones de carbono azul, como nuestro programa de restauración de manglares y arrecifes de coral. Estamos transformando los espacios verdes de nuestro complejo en República Dominicana para que los manglares sean su principal vegetación. En este momento hemos logrado obtener todos los permisos requeridos por las diferentes entidades gubernamentales de México, para tener nuestros viveros de coral en el mar, como resultado de nuestra alianza con CINVESTAV.
Cuando restauramos arrecifes coralinos en lugares como México lo hacemos con metas biológicas concretas. De este modo, cuando nuestros clientes reservan sus actividades de buceo, por ejemplo, no solo disfrutan la belleza submarina sino que también participan y apoyan proyectos que impulsan la biodiversidad y la biomasa de manera científica y cuantificable. Hemos aprendido que, al convertir la restauración costera y de corales en parte de la experiencia de los clientes y de nuestra aportación a las comunidades, ayudamos a inspirar un cambio radical para los ecosistemas marinos, involucramos a turistas y locales en su protección y cuidamos las poblaciones de peces para los negocios de proximidad y personas que dependen de ellas.
Continuamos trabajando con Marine Stewardship Council (MSC), Aquaculture Stewardship Council (ASC) y Global Seafood Sustainability Initiative en la puesta en marcha de una de las hojas de ruta más ambiciosas del sector en cuanto a abastecimiento 100 por cien responsable de pescado para 2025. Lanzaremos esa hoja de ruta en el entorno de un diálogo abierto con ONGs y con la propia industria. En 2020 y como resultado de nuestros planes, al menos el 45 por ciento del total de productos pesqueros que consumamos serán procedentes de fuentes responsables. Estamos empleando este inesperado recomienzo en nuestras cadenas de suministro para recuperar la actividad hotelera más preparados y más responsables, dando pasos en cada destino, de forma colaborativa, junto a nuestros proveedores.
Nos gustaría que, al salir de nuevo al exterior, las personas lleven consigo la conciencia ambiental que se ha incrementado en los últimos meses y se pregunten sobre los lugares que elijan visitar. Las empresas de turismo tienen la oportunidad de conducir a los viajeros hacia vacaciones que sean más agradables y más neutras en la emisión de carbono. Podemos compartir las historias que esconde la comida que disfruten, de dónde proviene y por qué y, en el proceso, hacerla aún más memorable. Podemos ofrecer el privilegio de descubrir espacios de biodiversidad, no solo porque los arrecifes coralinos y los ecosistemas oceánicos son increíbles, sino porque experimentarlos acentúa la necesidad de protegerlos. Al incorporar el cuidado del océano, los productos pesqueros sostenibles y otros elementos del turismo responsable en la experiencia de los viajeros, podremos reconstruir con mayor fuerza y crear una ola de cambio.
Sabina Fluxá Thienemann (Vice President & CEO of Grupo Iberostar)
Gloria Fluxà Thienemann (Vice President & CSO of Grupo Iberostar)